El poder vivir más años de lo que por ahora se cree se vuelve cada vez más realidad, la oportunidad de llegar a más allá de los 100 años no es tan descabellada. La persona más longeva en el mundo fue la francesa Jeanne-Louise Calment, la mujer que murió a los 122 años de vida. Con el tiempo, aumenta tres meses la expectativa de vida en el país de Alemania. Hay investigaciones que especulan que para 2050 el lapso de vida será de 90 años. Hoy sabrás qué tan jóvenes o viejos somos.
La etapa senil inicia en las células
Diferentes factores aceleran la llegada del envejecimiento prematuro tales como fumar, consumo de alcohol en exceso o pocas horas de sueño por mencionar algunos. Pero las actividades que benefician a detener esa llegada. Comer saludable, peso ideal, el salir a correr y realizar ejercicio constante mejora el proceso de longevidad. Las células del organismo van renovándose de manera permanente, pero en ocasiones no sucede. Llega el momento que el ciclo regenerativo se detiene quedando en un estado pasivo que es irreversible.
Thomas Hoffman investigador en el Cancer Research Center, explica que “si el cuerpo no crea las células necesarias el organismo se envejece”. Este proceso puede notarse en el tejido muscular, el cual comienza a desaparecer y el tejido conjuntivo se vuelve flácido, las arrugas aparecen, junto con la visión que va disminuyendo y los huesos pierde solidez.
¿Puede ralentizarse el reloj biológico?
Si mencionamos un ejemplo del sistema inmune, cuando se acumulan las células y la defensa del cuerpo ya no tiene la opción de defenderse a nuevos padecimientos como antes. La respuesta del sistema a primera vista parece negativa, pero es un mecanismo de defensa que juega un papel muy importante al impedir que las células dañadas sigan reproduciéndose y causar cáncer.
Existen expertos que creen que la clave está en la senescencia para realizar nuevas terapias, no solamente para combatir tumores malignos, también puede detener el proceso de envejecimiento.
Se han detectado marcadores celulares para identificar las células senescentes que por medio de esas mismas moléculas los científicos buscan identificar lo defectuoso de las células tumorales para detener el crecimiento.
También consideran que se puede retroceder el proceso de envejecimiento de las células y que a través de sustancias químicas puedan volver a reproducirse. Los huesos volverían a retomar fuerza, Thomas Hoffman comenta que “Las células senescentes tienen casi siempre un buen motivo para no reproducirse, y es que portan daños genéticos irreversibles, y no sería sensato utilizarlas para abastecer tejidos u órganos”. Po lo que tiene duda de que se pueda ralentizar la etapa senil.
Edad biológica o cronológica
El camino hacia la etapa senil comienza a los 30 años, parece mentira por la edad tan temprana, normalmente a la llegada de los 40, las personas empiezan a dar señales de preocupación por los signos de envejecimiento. El cuerpo no solo cambia con la edad, la psiquis también sufre cambios. Según Christoph Bamberg, experto en terapia antienvejecimiento, comenta que “En cierto punto de la edad comienzan a surgir depresiones ocasionadas por la actividad laboral”. Esto debido a que las hormonas disminuyen la producción y los síntomas comienzan a presentarse más notorios
Existen terapias antienvejecimiento donde se analizan los niveles hormonales en la sangre, en algunos casos se hace la substitución hormonal con estrógenos o testosterona. Las terapias ofrecen evaluaciones biológicas de las personas y dietas antioxidantes y así evitar la formación de radicales libres, moléculas que causan la muerte celular.
“Envejecer es un proceso natural que aumenta el riesgo de contraer enfermedades y disminuye la calidad de vida”, comenta Bamberg. Según el experto, la meta es prevenir y disminuir ambas desventajas. Cree que “Lo ideal es que todos los órganos envejezcan al mismo tiempo. Si de pronto aparecen fuertes dolores o pérdida de la memoria, seguramente se trata de una enfermedad”.
Las personas optimistas envejecen lento
El cuerpo es lo suficientemente robusto como para compensar los síntomas seniles. Según el experto, el organismo reacciona a los cambios con todos los medios a su alcance. Así, muchos ancianos se aferran al bastón cuando se sienten inseguros al caminar. A nivel biológico, el cuerpo compensa muchos procesos. “Cuando mueren las células musculares, se agrandan las fibras vecinas para mantener el funcionamiento normal”, prosigue Bamberg. Lo mismo valdría para las neuronas, que remplazan a sus compañeras muertas. Y también la psiquis equilibra la merma en el rendimiento. “Cuando no podemos competir nadando, probamos correr. Si ya no podemos correr, intentamos bailar. Es incorrecto pensar que la persona mayor ya no puede hacer nada”, enfatiza. Para Bamberg, una actitud positiva podría retardar la vejez. Comenta que en un estudio realizado en EE.UU. los individuos que disfrutaban la vida y el futuro con optimismo resultaron ser menos afectados por la senilidad que los pesimistas. La psiquis y el estado de ánimo no pueden detener la vejez, pero sí retrasarla.