Los hábitos que afectan la productividad y ansiedad pueden estar presentes en nuestro día a día, y no tener idea de los cambios que tenemos. Mismos que afectan de manera directa a nuestra salud mental y desarrollo laboral.
Esta relación entre nuestra productividad y el estado de ánimo, suele ser muy notorio. Si nos encontramos estresados, sobrecargados, con mal humor o ansiedad, nuestro entorno y trabajo lo resienten. Y existen hábitos que realizamos diariamente, sin darnos cuenta afectan directamente a la ansiedad.
Pon un alto a esos malos hábitos y mejora tu bienestar, lo siguientes puntos te explicamos donde fallamos.
Complacer a todo el mundo
Este hábito suele ser el más complicado y fuerte, ya que todo el mundo o al menos la mayoría comparte. El conflicto de tener el poder para establecer límites con las personas y ponernos en primer lugar, es complicado por lo que nos desgasta más de lo que podemos notar. Somos capaces de sabotear nuestra autoestima con tal de dar poder a las demás personas.
La capacidad de ayudar a otras personas y el ser buena persona van de la mano, pero hay que tener en cuenta que no debe afectar a nuestra persona, y saber poner límites cuando se necesita. Un ejemplo es ayudar a un compañero de trabajo si se tiene el tiempo disponible, y sin dejar que eso repercuta en el nuestro.
Dormir poco
Tener pocas horas de sueño se relaciona siempre al envejecimiento prematuro en la mente, comienza a dañando la concentración y lo resiente nuestra productividad sin percatarnos. La clave para mejorar en nuestro trabajo va relacionada con el descanso adecuado junto al sueño, comienza a crear un hábito del sueño saludable.
Dieta equilibrada
El tener una alimentación sana ayuda a mantener cuidado nuestro aspecto físico y al mismo tiempo la salud mental. Pone distancia ante el estrés, ansiedad, pérdida de memoria y trastornos en la conducta alimenticia.
Una dieta baja en nutrientes aumenta el riesgo de sufrir depresión y trastornos de ansiedad.
Exceso de azúcar
Consumir cantidades elevadas de azúcar trae más de una consecuencia a nuestro organismo. Es principal causante de diabetes, inflamación crónica, y enfermedades que aparecen con el tiempo. Tener en cuenta que disminuye la capacidad de atención y memoria, dañándola, así como la productividad y el rendimiento escolar.
El azúcar excesivo cambia el circuito de “recompensa cerebral”, activarlo de una manera intensa puede superar el efecto de la cocaína, pero al momento de bajar posterior a un alto consumo activa la ansiedad.
Vida sedentaria
Hay estudios que comprueban que el deporte y la ansiedad están muy relacionada, pues las endorfinas que se liberan cuando hacemos deporte pueden provocar felicidad y así reducir los niveles de ansiedad y estrés notablemente.
El ejercicio físico mejora la ansiedad, de esta forma optar por el hábito de una vida sedentaria es un error si queremos ser y sentirnos productivos.
Procrastinar
A partir de la pandemia, el término “procastinar” tomó mucha relevancia, debido a la ansiedad que se generó en muchas personas, por esa falta de vivir la vida como lo hacíamos. Comenzamos a posponer actividades personales o tareas laborales que anteriormente realizábamos sin ninguna excusa. Lo que con el tiempo de haber pospuesto se generó una bola de nieve hasta el punto de sentirnos asfixiados y caer una y otra vez en este mal hábito.
Evita malos hábitos que afectan la productividad y ansiedad, implementa mejores acciones en tu vida diaria para dar mejores resultados en todos los ámbitos que te rodean.